HISTORIA ONUBENSE
Huelva, ciudad y municipio español se sitúa en la confluencia entre dos
ríos, el Tinto y el Odiel. Pertenece a la Cuenca del Guadiana. Nació como
provincia entre finales del XVIII y principios del XIX, debido al proceso
provincialista que se desencadeno en España por esas fechas, anteriormente
pertenecía al Reino de Sevilla. El Real Decreto del 25 de septiembre de 1799
configuro el primer proceso de desintegración, mediante el cual se crearon seis
nuevas provincias, entre las que estaba Cádiz. La provincia onubense se vio
afectada por la creación de la provincia marítima de Sanlúcar de Barrameda, que
entre sus territorios contaba con todo el litoral de la actual Huelva.
Desde
el mítico reino tartesio de Argantonio hasta el Imperio romano, la colonización vandálica y
visigoda o el asentamiento de culturas como la árabe dieron esplendor al sur
peninsular y convirtieron la provincia de Huelva en un auténtico crisol en el
que se funde lo que hoy es la realidad andaluza.
Ha
sido frecuente relacionar la onubense Isla de Saltés con la capital de
Tartesios. Así lo hizo, en su Ora
Marítima, el poeta romano Rufo Festo
Avieno en el Siglo IV cuando podría referirse a ella como la «isla entre
dos ríos». Anteriormente, Estrabón hablaba de los viajes de los marineros fenicios a la
zona desde el siglo VIII a. C. Lo cierto es que entre la leyenda y la referencia
bíblica —el Tarschish de El libro de los Reyes—, Tartesios
contacta con el mundo griego a mediados del siglo
VII a. C.
Tradiciones
y mitos movieron a no pocos románticos e investigadores, como Adolf
Schulten, a buscar en estas
tierras, entre el Guadiana y el Guadalquivir, tesoros de valor incalculable que se atribuían a
este pueblo asentado en la rica tierra de Tharsis o Tartesios. Queda claro en
todo caso, y está contrastado arqueológicamente, que en estas tierras floreció
una avanzada cultura gracias al contacto con el elemento indígena, dedicado al
pastoreo y la agricultura, con otros orientales, fenicios, resultando de ello
una relevante cultura metalúrgica y comercial en los albores del bronce final.
El esplendoroso reino tartesio desaparece entre 530 y 508 a. C. cuando los Púnicos consiguen prohibir el comercio griego con esta zona.
Aquello implica una posible crisis en la ciudad que hunde la economía y
demografía. Pero aún en crisis, la ciudad continúa permanentemente habitada al
ser su situación (minas, río, mar) estratégica para nuevos pueblos.
De
la presencia romana en la ciudad quedan
ya pocos restos visibles, lentamente desaparecidos a lo largo de siglos de
olvido. Por los yacimientos estudiados (acueducto, diversas domus, factorías) se infiere la
relativa importancia de la ciudad al menos como puerto comercial. Los primeros
estudios modernos sobre la presencia romana en la ciudad datan de mediados del
siglo XVIII a cargo del religioso Jacobo del Barco, de Agustín de Mora años
después o las excavaciones de M. del Amo en el siglo XX. Lo cierto es que la zona tenía una importante base
demográfica y cultural para que se produjera una rápida romanización de sus
habitantes a partir del siglo I. El mismo Estrabón cita a la ciudad de Onuba enclavándola en la Beturia Celtica y poco después,
probablemente, lo hace Pomponio Mela refiriéndola como Cnoba. Pero será Plinio el
Viejo quien la ubique
geográficamente en su obra Naturalis
Historia mencionándola como Onuba Aestuaria y entre los ríos Urium y Luxia
(Tinto y Odiel):
La
investigación científica de este periodo tuvo su momento culminante en 2000, al
encontrarse una necrópolis en el antiguo Colegio Francés que permitió delimitar
la ciudad de manera más precisa.
La
Edad Media: del reino taifa de Huelva a 1492
La
investigación histórica sobre la época visigótica en Huelva es muy escasa y llena de lagunas por lo que
es mucha más conocida la llamada «Welba» de la época musulmana.
A
comienzos del siglo VIII el
sur de la península es ocupado muy rápidamente por los árabes, siendo el núcleo
urbano de Huelva conquistado en 713 por Abd-al-Aziz. A
partir de la ocupación podemos considerar dos núcleos urbanos o ciudades:
Welba (o Gaelbah
o Umba), que corresponde con la
actual ciudad y desarrollada a partir de la anterior estructura urbana romana.
Los asentamientos humanos se ubicaron preferiblemente en las laderas de los
cabezos, encontrándose las primeras evidencias de poblamiento en el actual
Cabezo de San Pedro, con una Alcazaba que fue la precursora del ya también desaparecido
castillo cristiano
Xaltis (la actual Isla de Saltes), de la que se sabe estaba
protegida por una fortaleza de 70×40 metros de perímetro.
Situación
política de Huelva en la Península Ibérica
hacia 1031 donde se aprecian los reinos de Huelva y el de la
cercana ciudad de Niebla.
En 1012, Abd al-Aziz al-Bakri erige el reino taifa de Huelva otorgándose el título
de señor de Umba y Xaltis (Huelva y Saltés). El reino
fue durante cuarenta años económicamente seguro y fuerte hasta la guerra con el
reino de Sevilla. En 1052 cae el reino taifa
de Niebla en manos de Al-Mutadid y Abd al-Aziz debe retirarse siendo confinado en la
isla de Saltés.
En
cuanto a la época cristiana se sabe que la ciudad fue tomada, primero, por
Iñigo de Mendoza en 1238 y por las tropas de Alfonso X, finalmente, en 1262. A partir de ahí será gobernada por diversos nobles
como Juan Mathe de Luna, Diego López de Haro o Juan Alonso de la Cerda hasta
que en el año 1351 se le confirman sus
derechos como ciudad de cierta importancia. María de la Cerda, señora de Huelva
y de la Isla de Saltés, de la Casa de Medinaceli,
aportó en dote la villa de Huelva al matrimonio con el I Duque de Medina-Sidonia, pero al morir sin descendencia, su casa le reclamó al
duque la devolución de la villa, lo cual no se llevó a cabo por parte de los guzmanes.
Por ello, en torno a 1466, surgió un largo pleito sobre la villa entre ambas
casas que no finalizaría hasta 1509 cuando, a la muerte del III duque, Fernando el Católico
autorizó a los gobernadores del señorío a abonar 10.000.000 de maravedíes a la
Casa de Medinaceli en compensación por Huelva, que permanecería bajo el señorío
jurisdiccional de la Casa de Medina-Sidonia hasta la abolición de los señoríos
en 1812.
Esta
Huelva bajomedieval del estuario del Tinto y el Odiel, relacionada con las
poblaciones vecinas y con Portugal, y una serie de bases científicas y técnicas
desarrolladas en los últimos años del siglo XIV, le harán ser testigo y agente
de un hecho trascendental para la historia de la humanidad: la llegada española
a América.
El
descubrimiento de América. La marinería onubense
Llegada
de Cristóbal Colón a
América (12 de octubre de
1492). Muchos onubenses fueron tripulantes de la
expedición que dos meses antes había partido de Palos de la Frontera.
(Librería del Congreso de los Estados Unidos de América).
Desde
el Tratado de Alcáçovas de
1479, las costas africanas estaban vedadas a los marineros
castellanos y, por lo tanto, a los de las costas onubenses. Pero la fuerte
expansión demográfica y económica de Castilla, junto con los nuevos avances y
técnicas de navegación, permitieron que estas tierras y sus gentes se
convirtieran en los más interesados en realizar las futuras expediciones
atlánticas. La llegada de Colón a La Rábida y el apoyo, junto con la Corona, de
diversas familias de las localidades de Palos de la Frontera y Moguer hicieron posible una gesta a la que, la entonces
pequeña ciudad de Huelva, aportó buen número de marineros.
Si todo pueblo se siente orgulloso de su «pequeña historia», dichas localidades onubenses lo están de una gesta que protagonizaron gentes de la tierra. El Descubrimiento de América y las relaciones entre la provincia y las tierras del otro lado del océano son, y han sido siempre, algo presente en la memoria colectiva de este pueblo. Decía Pierre Chaunu que «Colón llegó a Portugal cincuenta años demasiado tarde y a Inglaterra y a Francia medio siglo demasiado pronto». A las costas de Huelva llegó en el momento oportuno. En estas tierras colombinas quedaron los reflejos de esta apoteósica aventura que marcó la idiosincrasia y cultura de generaciones de onubenses.
Si todo pueblo se siente orgulloso de su «pequeña historia», dichas localidades onubenses lo están de una gesta que protagonizaron gentes de la tierra. El Descubrimiento de América y las relaciones entre la provincia y las tierras del otro lado del océano son, y han sido siempre, algo presente en la memoria colectiva de este pueblo. Decía Pierre Chaunu que «Colón llegó a Portugal cincuenta años demasiado tarde y a Inglaterra y a Francia medio siglo demasiado pronto». A las costas de Huelva llegó en el momento oportuno. En estas tierras colombinas quedaron los reflejos de esta apoteósica aventura que marcó la idiosincrasia y cultura de generaciones de onubenses.
En
ese acontecimiento destacaron numerosos hombres de Huelva a los que luego se le
sumaron en nuevos viajes nombres como Alonso Pérez Nizardo que descubrió la Isla Trinidad, Fernán Hernández y Antonio García Ribas que fueron
tripulantes de la Armada de Ovando30 Juan Álvarez «El manquillo de Huelva» que participó
en la Conquista de México
pilotando un barco con Antón de Alaminos y
Esteban Rodríguez que obstentó el rango de piloto mayor en la Armada de
Legazpi.
La
Huelva de los Austrias y la crisis
Marginada
del tráfico a América en beneficio de Cádiz o Sevilla, la ciudad pese a todo
sigue desarrollándose. El puerto crece y se construyen instalaciones
importantes, hoy tristemente desaparecidas, como el Arco de la Estrella, que
servía de puerta de entrada a la ciudad desde el puerto. Pero a finales del siglo XVI la ciudad deja de crecer, sobre todo, si se la
compara con la mayoría de las ciudades del reino. Las razones de este hecho son
varias pero destacan sobre todo el importante flujo migratorio hacia América,
los ataques de piratas berberiscos o las recurrentes epidemias de peste.
El siglo XVII tampoco trae nada bueno; la guerra con Portugal, la
caída del duque de Medina Sidonia o la nueva peste de 1650 que se lleva por delante a casi la mitad de los
habitantes seguirán estancando la ciudad. No será hasta el último cuarto del
siglo cuando se haga evidente una recuperación demográfica y económica. Así, en
1658 el rey Felipe IV declara a la ciudad como «libre y
exenta de leva y saca de gente para la milicia».
Siglo XVIII
El 1 de
noviembre de 1755 a las 10.00, se produjo un inmenso terremoto (8,5 de
la escala Richter) en la bahía de Lisboa. Su duración fue de seis minutos que
sacudieron ciudades y almas de la mayoría de la Península Ibérica.
En la provincia se sintió de manera especialmente fuerte y en la capital acabó
con la vida de ocho personas y dejó afectadas a la mayoría de las edificaciones.
En
su obra Sobre el terremoto de primero
de noviembre de 1755 el vicario de Huelva, Antonio Jacobo del Barco, describió los efectos de un seísmo que cambiaría la
mayor parte de la fisonomía de la ciudad. La destrucción de los edificios, en
su mayoría templos, y el lento crecimiento de la ciudad en esos siglos hizo que
gran parte del patrimonio capitalino previo al seísmo desapareciera al resultar
seriamente dañadas las iglesias de San Pedro,31 la Concepción o el Convento de la Merced e incluso
monumentos ya desaparecidos como el Castillo o el Arco de la Estrella.
En
el primer cuarto del siglo XVIII la costa de Huelva se hace más segura y sobre todo se
produce una modernización en las técnicas y artes de pesca. Además, el hecho de
trasladarse la Casa de Contratación a
la ciudad de Cádiz permite aumentar considerablemente el número de
embarcaciones que recalan y se abastecen en el puerto de la ciudad. Es en este
siglo cuando se abre la aduana y los Duques de Medina Sidonia ubican en Huelva
su tesorería. Tras el terremoto de 1755 la ciudad se reconstruye creciendo
rápidamente y pasa en 1811 a manos de la Corona
española. Sería en 1823 cuando se realizaría
la división por provincias que hoy existe. El antiguo reino de Sevilla se
divide en partes creándose dos nuevas delimitaciones administrativas: Huelva y
Cádiz. Diez años después se convierte en capital de provincia según la división
administrativa de Javier de
Burgos.
Siglo
XIX a la actualidad. La huella británica
Desde
el último cuarto del siglo XIX, a causa de las importantes explotaciones de la
Cuenca Minera al norte de la provincia a cargo de la Rio Tinto
Company Limited, la ciudad se
convierte en un pequeño territorio inglés. Así, en 1873 el gobierno de España permite la venta de las
milenarias minas de Riotinto, la construcción de un ferrocarril hasta la
capital y un muelle de embarque para la salida del mineral hacia el Atlántico.
Ello
permite una importante expansión de la ciudad a causa de la llegada de
trabajadores del resto del país, sobre todo de Andalucía, Badajoz y Galicia, e
incluso de la cercana Portugal. Así, el núcleo crece y se hace necesaria la
población de las zonas más cercanas a las marismas creándose las barriadas de
Las Colonias y de El Matadero. Es en esta época cuando la ciudad comienza a dar
la espalda a la Ría del Odiel porque las vías del ferrocarril cierran la
expansión del núcleo urbano. Asimismo, la Onuba antigua, ya seriamente dañada
tras el Terremoto de Lisboa, va a ir desapareciendo mientras que la ciudad
crece muy desarticulada y empieza a conformar su característica forma de «media
luna» que no normalizaría hasta inicios del Siglo XXI. Pese a todo, el ambiente
de la ciudad cambia enormemente. De una villa marinera de pequeñas y modestas
construcciones nacen con motivo de este legado la Casa Colón, el barrio Reina
Victoria o Barrio Obrero, la plaza del Velódromo, la estación de tren de RENFE,
los muelles del Tinto, de Levante y de Tharsis así como las cocheras del
puerto.
Cabe destacar que debido a su extensa población anglosajona y alemana la capital desempeñó un importante papel durante la II Guerra Mundial. Así, fue notable la existencia de numerosos espías aliados y nazis, hombres de negocio de la ciudad y diplomáticos, que se controlaban entre sí y que consideraron la ciudad un enclave estratégico gracias a su puerto. En este sentido fueron numerosos los barcos aliados que sufrieron sabotajes e incluso fueron bombardeados por aviones alemanes procedentes de la base de Tablada, en Sevilla. Prueba de ello es el pecio existente en la desembocadura de la ría.
Cabe destacar que debido a su extensa población anglosajona y alemana la capital desempeñó un importante papel durante la II Guerra Mundial. Así, fue notable la existencia de numerosos espías aliados y nazis, hombres de negocio de la ciudad y diplomáticos, que se controlaban entre sí y que consideraron la ciudad un enclave estratégico gracias a su puerto. En este sentido fueron numerosos los barcos aliados que sufrieron sabotajes e incluso fueron bombardeados por aviones alemanes procedentes de la base de Tablada, en Sevilla. Prueba de ello es el pecio existente en la desembocadura de la ría.
Pero
donde fue realmente importante el papel de la ciudad es en la conocida como «Operación Mincemeat»
aliada, cuando el servicio secreto británico dejó en la cercana Punta Umbría
los restos de un presunto soldado inglés con documentación falsa, que fue
interceptada por los Nazis gracias a la ayuda
de las autoridades locales, como bien había predicho el ejército británico. El
hecho de que los alemanes creyeran ese montaje fue finalmente crucial para su
derrota.
El
pequeño puerto que durante años no podía competir con los más cercanos de Moguer o Palos de la Frontera se
fue desarrollando desde finales del siglo XIX con la entrada de capital extranjero. El tráfico del
mineral procedente de las minas de la provincia propició un rápido crecimiento
de la zona pero a la vez impuso un fuerte peaje a la ciudad que dejó de crecer
hacia su ría. En la imagen se observan las grúas del puerto interior (muy
pequeño en comparación con el puerto exterior), las fábricas de hielo y una
pequeña embarcación de vigilancia aduanera. Detrás comienzan a divisarse las
nuevas edificaciones de barrios como «Zafra» y más hacia el interior la elevación
de la ciudad a causa de la existencia de los cabezos. Tras un siglo XX de crecimiento descontrolado las nuevas
intervenciones municipales intentan acercar Huelva a su ría.
A
partir del siglo XX, la Huelva de lento desarrollo de siglos pasados iba a
cambiar tan rápidamente que sus condiciones orográficas comienzan a verse como un impedimento. Por ello, las
zonas aledañas a la ría comienzan a separarse de parte de la ciudad con la
construcción de ramales ferroviarios, y algunos cabezos, cuyas laderas llevaban
habitadas siglos, comienzan a ser desmontados.
Las
primeras décadas del siglo XX son una continuación de los cambios
desarrollistas iniciados a finales del siglo XIX. Se trata de una ciudad que va
conformando lentamente su fisonomía y cuyo Instituto de Enseñanza «La Rábida»
acoge los primeros estudios de un joven vecino de la cercana población de
Moguer: Juan Ramón Jiménez.
Durante
la Guerra Civil española,
la capital fue ocupada por el ejército sublevado contra la II República el día 29 de julio de 1936, once días después del golpe militar, momento en el
que el comandante de la legión José de Viena declara el estado de
guerra. Se estima que
durante la sublevación y los años siguientes de represión fueron asesinadas
seis personas por el bando republicano y unas setecientas cincuenta por el
bando nacional.
Durante
la dictadura militar, y con objeto de revitalizar la zona, es cuando se
construye el polo químico, que traerá a la ciudad a gran número de emigrantes
procedentes del resto de la provincia. Así, entre los años 1960 y 1981 la población de la ciudad aumenta vertiginosamente,
incrementándose en más de 50.000 nuevos habitantes.
Es
con la llegada de la democracia cuando se consolidan las instituciones de la ciudad,
nacen asociaciones vecinales y la ciudad crece en servicios.
ESTRUCTURA URBANA
La
ciudad se encuentra subdivida en 48 barriadas en torno al centro histórico de
la ciudad, el puerto y los cabezos. Planes urbanísticos pasados conformaron una
ciudad en cierta medida alejada de la ría, con grandes solares formando un
núcleo urbano en forma de media luna, estructura consolidad con la llegada de
nueva población tras la implantación del polo de desarrollo. Así, a partir de
los años 1960 se pueblan nuevas
barriadas como La Orden, El Higueral, Tres Ventanas e Hispanidad o Riotinto
Minera aumentando su población total en 50.000 habitantes. Ello aparecía
previsto ya en el primer Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en 1964 con idea de dar cabida a esta nueva población que se
esperaba podía llegar incluso a los 250.000 habitantes. Pero la ciudad
«mutante» era difícil de controlar y desbordó los límites y plazos impuestos
por el plan. Las Barriadas Príncipe Juan Carlos, Santa Marta, Verdeluz, Pérez
Cubillas y Los Rosales se disponen a toda prisa para acoger a los inmigrantes
que llegan a trabajar. Asimismo La Orden crece incontrolablemente
convirtiéndose en uno de los barrios más densamente poblados.
En
la década de los noventa la ciudad acomete la
construcción de la Avenida de Andalucía y cierra finalmente la media luna que
dividía en dos la ciudad. Es ya en el primer quinquenio del siglo XXI cuando la
avenida se prolonga hasta enlazar con la Autopista A-49 y en un nuevo PGOU se construyen nuevos barrios a su
alrededor como Nueva Huelva o La Florida. De cara al siglo XXI el gran proyecto de futuro de la ciudad tiene por
lema Huelva mira a la ría.
Incluye un paseo marítimo, un puerto deportivo, un centro comercial, la
ampliación del Nuevo Colombino, una catedral, la nueva estación de Huelva, museos y teatros, un palacio de congresos, el nuevo
recinto ferial y grandes zonas verdes.44
A
finales del siglo XX y en los primeros años de la década de los años 2000 se intentan cerrar los espacios huecos de la ciudad y
se trazan planes urbanísticos para la zona de la ría. Las distintas barriadas
de la ciudad agrupadas por zonas se distribuyen de la siguiente manera:
1.
La zona centro de la
ciudad, que compone lo que es el centro
histórico y que se complementa con las nuevas barriadas cercanas a la
ría y al puerto de Pescadería
(como conexión con el futuro «Ensanche") y de Zafra, en la que se encuentran diferentes sedes del gobierno autónomo.
- Barriadas de Molino de la Vega en la que
parte de ella se corresponde con zonas industriales del puerto, y La Navidad, Las Colonias, Santa Lucía, Cardeñas. Entre el puerto y la
entrada a la ciudad por Gibraleón, parte de estas barriadas están
compuestas por casas bajas construidas a las faldas de los cabezos.
- El Carmen, La Orden, Santa
Marta, Parque Moret-Ciudad Deportiva, Alcalde Diego Sayago (El
torrejón), Príncipe Felipe.
Son barridas de transición entre la parte baja y alta de la ciudad, muchas
de ellas diseñadas en torno a los cabezos de la ciudad.
- Urbanización Verdeluz, La Hispanidad, Urbanización
Santa María del Pilar, Jardines
Sierra de Huelva, La
Florida, Vistalegre.
En torno a la ampliación de la Avenida de Andalucía con muchas viviendas
de reciente construcción.
- San Antonio, Las Adoratrices, Las
tres ventanas.
- Polígono de San Sebastián, El Higueral, José
Antonio, Los Rosales,
Pinar de Balbueno, La Condesa.
- Pérez Cubillas, El Rocío, Vicente
Yañez Pinzón, Martín Alonso Pinzón, La Cinta, De
Balbueno.
- De Jesús, Tartessos, El
Matadero, Reina Victoria, Huerta Mena, Guadalupe, Viaplana, Villa Conchita, El Polvorín.
- El Seminario, San Sebastián, Príncipe
Juan Carlos.
- Diseminado (que engloba a Marismas del Titán y Punta del Sebo, zonas en su
mayoría industriales).
- La zona del cementerio y los
poblados de La Ribera. y La Alquería.
MEDIOS DE TRANSPORTE Y
COMUNICACIONES
Carreteras y autopistas
Huelva está
directamente comunicada con la capital de la Comunidad Autónoma, Sevilla, a 90 km y
con Portugal a 45 km, a través de la Autopista del Quinto Centenario A-49, o
E01 y que se desdobla hacia la H-30 de circunvalación y la H-31 de entrada al núcleo urbano. Otras carreteras de
entrada son la N-431 (hacia Ayamonte y Sevilla), la N-441 hacia Gibraleón y
norte de la provincia o la A-492 hacia Punta Umbría.
Autobuses
La ciudad dispone de
una moderna y equipada estación de autobuses de donde parten todas las líneas
que comunican Huelva con el resto de municipios de la provincia, así como con
el resto de Andalucía, España y Portugal. Aunque prestan servicios diferentes
compañías la principal de ellas es la empresa privada onubense DAMAS S.A.
Ferrocarril
Con respecto a la red
de ferrocarril, desde la Estación de Renfe de Huelva (conocida como estación de Sevilla) el recorrido
Huelva-Sevilla se compone de tres trenes diarios mientras que se prevé mejoras
en la línea actual para potenciar la red de trenes regionales Huelva-Zafra. El
nombre que utiliza Renfe para estas líneas es el de 72 y 73. Así mismo, una
Línea de Alta Velocidad une Huelva con Madrid a bordo del tren Alvia (desde
junio de 2009). Este recorrido trascurre por vía tradicional hasta Sevilla,
donde se adapta de forma automática al ancho de vía de alta velocidad.
Actualmente sólo hay un trayecto al día de ida y vuelta.
Actualmente se está
construyendo la nueva estación con capacidad para recibir servicios de trenes de alta velocidad y está proyectada la línea de alta velocidad
Sevilla-Huelva. Ésta tendrá servicios a Sevilla y a Madrid, y posiblemente a Barcelona y
a Almería; tardando 35 minutos
a Sevilla, 2 horas y 55 minutos a Madrid, y aproximadamente 6 horas a
Barcelona. Se proyecta también el Tranvía de Huelva.
Transporte Marítimo
Huelva dispone de una
línea marítima a Canarias, operada por Naviera Armas. Tiene una frecuencia de 1 vez por semana, con una
duración aproximada de 28 horas y disponiendo para la travesía del buque
insignia de la naviera, el "Volcan del Teide".
Transporte aéreo
Existe el proyecto de
creación de un aeropuerto público o privado para la provincia.46 Actualmente los aeropuertos más cercanos son:
- Aeropuerto de Sevilla (España), a 113 km.47
- Aeropuerto de Faro (Portugal), a 112 km48
El carril-bici
aparece señalizado en rojo en diferentes tramos; algunos de ellos disponen
incluso de regulación semafórica.
Carril bici
Existen varios tramos
de carril bici por la ciudad. Entre la Universidad por la Avenida de Andalucía
y Pablo Rada existe un corredor de varios kilómetros que lleva al centro de la
ciudad a lo que se le suma otro que partiendo del Muelle de la Compañía Riotinto
enlaza, a través de pasarelas, con la Punta del Sebo. Finalmente desde el
antiguo Puente-Sifón Santa Eulalia sobre el Odiel parte uno interurbano que
enlaza con la localidad de Punta Umbría.49
Zonas peatonales
En la zona centro
existe lo que se denomina una isla
peatonal, diferentes calles son totalmente peatonales o semipeatonales
para fomentar el turismo, el comercio y la sostenibilidad y con mobiliario
específico.50 Tradicionalmente la arteria peatonal principal la
componían las calles Concepción, Palacio, Arquitecto Pérez Carasa y Berdigón,
pero en los últimos años se le ha sumado la mayoría del espacio central de la
ciudad con especial atención a los extremos de la calle Marina y la Avenida
Martín Alonso Pinzón. Desde finales de 2009 se encuentra semi-restringido el
paso al tráfico rodado.51
Autobús y taxi
Respecto al
transporte urbano son nueve las líneas de la empresa municipal de autobuses,
EMTUSA, que recorren la ciudad al precio de 0.90 € el billete. Las principales
líneas son:52
|
|
En cuanto a las taxis
se caracterizan por ser blancos con dos franjas azules. Pueden ser parados en
plena calle, encargados por teléfono o a través de las paradas designadas para
ellos.
Medios de comunicación
Prensa escrita e Internet
La localidad cuenta
con dos periódicos locales: los diarios Huelva
Información y El Periódico de Huelva. Además se
reparten el diario gratuito Viva
Huelva y diferentes revistas editadas por medios públicos y privados.
Además cuenta con varios periódicos digitales locales y provinciales, como Huelva24.com o HuelvaYa.es.
Televisión y radio
Existen también
diferentes televisiones locales como televisión municipal. Como nacionales RNE (88.0FM y 95.2FM), Cadena Ser
(98.1FM), Cadena COPE (Onda Media), Canal Sur
(97.3FM y 104.5FM), u Onda Cero
(101.2FM).
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